Imagina que te pasas todo el día creando y perfeccionando tu newsletter para que, al final, se pierda en la carpeta de spam de tus contactos. No tiene ninguna gracia, ¿verdad?

Que un correo sea filtrado como spam es una pesadilla recurrente para muchos, sobre todo si creemos que lo estamos haciendo todo bien. Parece el crimen perfecto.

Tal vez sea el momento de sacar al Sherlock Holmes que llevas dentro y empezar a investigar cuáles son esos elementos que te están penalizando. Sí, porque a veces averiguar el porqué tus emails acaban en la bandeja de spam es un poco como resolver un asesinato con muchos sospechosos y ningún arma del crimen: casi imposible. No te preocupes, ¡que he dicho casi!

Por suerte, hay mejores prácticas que puedes seguir para evitar que los filtros de spam te penalicen. En este post, te explicamos qué es el spam y cómo funciona, cuáles son las tácticas para evitar caer en la bandeja de Correo No Deseado.

Qué es el spam

La definición que ofrece la Oficina de Seguridad del Internauta de spam es: «El spam (en inglés, correo basura) hace referencia a mensajes no solicitados, principalmente de tipo publicitario, y enviados de forma masiva. La forma de envío más utilizada es el correo electrónico, pero también puede presentarse por programas de mensajería instantánea o redes sociales.»

Pero, cuando hablamos de spam, nos referimos también a otro tipo de email: los emails maliciosos o fraudulentos. Estos emails suelen contener timos o estafas que tienen el único objetivo de conseguir información sensible del destinatario, como los datos de acceso de una cuenta bancaria.

Por qué los emails acaban en la carpeta de spam

Por qué mi email ha sido marcado como spam es una de las preguntas más comunes en el mundo del emailing. Pero, antes de empezar a pensar qué podemos hacer para evitarlo, tenemos que entender cómo se filtran los emails no deseados.

Qué son los filtros de spam y cómo funcionan

Un email acaba en la carpeta de Correos no Deseados cuando no consigue superar los filtros antispam creados por los ISPs (Internet Service Provider, o proveedores de servicios de Internet) para evaluar la calidad de los emails entrantes.

Estos filtros son algoritmos compuestos por una larga (y secreta) lista de factores que permiten clasificar la calidad de cada email y determinar si puede o menos llegar a la bandeja de entrada.

Para complicar aún más la situación, cada ISP tiene sus propios criterios y niveles de restricción, por lo que un mismo email puede pasar el filtro antispam y llegar a la bandeja de entrada sin problemas en un caso, y ser considerado como ilegítimo en otro.

Además, el hecho de que un correo electrónico llegue a la bandeja de Correo No Deseado no quiere decir necesariamente que se trate de spam, sino que los proveedores de email (ya sea Gmail, Outlook, Yahoo…), los han marcado como tal.

A estos mensajes que nunca se reciben, pero que son totalmente legítimos, se les conoce como graymail. Son correos que el proveedor de mensajería ha identificado como correo basura por una serie de razones, como por ejemplo la poca interacción de los receptores, las altas tasas de rebote, la mala reputación de la IP o un contenido lleno de términos que hacen saltar las alarmas del spam. En muchos casos, los motivos por los que un mensaje nunca llega a la bandeja de entrada son difíciles de determinar.

Consejos para evitar que tus emails entren en la bandeja de spam

Para asegurarte de que tus emails superen con éxito los filtros de spam de los ISPs y lleguen sanos y salvos a las bandejas de entrada de tus contactos, hemos recopilado una serie de consejos que te ayudarán a evitar la temida (y con razón) bandeja de Correo No Deseado.

1. Usa una dirección de email con dominio propio

Si sigues utilizando una cuenta de correo genérica de Gmail, Hotmail o algún otro proveedor gratuito es muy probable que los ISPs marquen tus correos como No Deseados. Las cuentas genéricas vienen genial para tu correo personal, pero no para gestionar un negocio.

¿Te fiarías si alguien te contactara a través de unatienda@gmail.com? Suena sospechoso, ¿verdad? Pues eso mismo piensan los ISPs al respecto, por eso deberías enviar emails de marketing (y transaccionales) utilizando una dirección de dominio propio. De este modo, transmitirás más confianza y profesionalidad a tus suscriptores y, a la vez, evitarás ser marcados como spam.

2. Mantén la reputación de tu IP bajo control

¿Conoces la reputación de tu IP? Si no tienes un volumen de envíos grande, seguramente usarás una IP compartida. Si envías con MaxiNet desde una IP compartida, no tienes nada de qué preocuparte. Tenemos controles rigurosos para cuidar la reputación de estas direcciones IP y ayudarte a llegar a la bandeja de entrada de tus contactos.

Por otro lado, si utilizas una IP dedicada debes seguir las mejores prácticas para asegurarte una buena reputación IP y para que los proveedores de email confíen en ti. Por ejemplo, es recomendable utilizar siempre el opt in doble, para asegurarte de que tus nuevos suscriptores están realmente interesados en recibir tus emails, o controlar tus métricas con frecuencia para detectar con tiempo cualquier anomalía.

Por suerte, la mayoría de los proveedores de email te permiten hacer un seguimiento de la reputación de tu IP directamente desde tu panel de control, aunque también hay muchas herramientas (como Sender ScoreAOL Reputation o Talos Intelligence) que pueden ayudarte a mantener bajo control tu reputación.

3. Apuesta por las listas de contactos de calidad

Ya sabemos que no hace falta que volvamos a recordarte que nunca (¡NUNCA!) deberías comprar una lista de email, ya no solo porque sea ilegal, sino porque es un ataque a mano armada contra tu entregabilidad.

No importa lo útil que sea el contenido de nuestras newsletter: siempre habrá gente que decida darse de baja o que simplemente ya no use ese correo electrónico. De una forma u otra, los emails que les envías se quedan sin abrir y eso afecta negativamente a tu entregabilidad. Sabemos lo que cuesta ampliar una lista de contactos, pero en este caso la calidad es más importante que la cantidad, así que no tengas miedo y elimina las direcciones de correo inactivas de tus listas.

Una vez quitados esos contactos, verás como tu tasa de apertura crecerá y también tus probabilidades de llegar a la bandeja de entrada.

4. Evita los acortadores de URL o el abuso de imágenes

En el mundo del marketing estamos acostumbrados a utilizar acortadores de URL como Bitly o el mismo acortador de Google, sin embargo hasta las cosas bonitas tienen su lado oscuro.

A diferencia de las redes sociales o páginas web, en el emailing las URLs acortadas activan todas las señales de alarmas, ya que suelen ser utilizadas por los spammers para ocultar la verdadera página de destino de un enlace.

Algo parecido ocurre con el envío de emails que son simplemente imágenes: esta también es una práctica usada por los spammers para esconder información y que no pueda ser leída por los ISPs.

5. Recupera el interés de tus contactos

En muchos casos, el motivo principal por el que uno acaba en la bandeja de Correo No Deseado es porque a sus lectores no les terminan de convencer sus contenidos. En algunos casos son buena gente y eliminan tus emails sin abrirlos… Otras veces, son crueles y, encima, te marcan como spam.

¿Cómo han podido hacerte esto? La verdad es que duele, pero las razones para que esto pase pueden ser varias:

  • Tus emails no son relevantes
  • Utilizas un lenguaje demasiado comercial
  • No incluyes enlace para cancelar la suscripción
  • Tu frecuencia de envío no es la correcta

Lo mejor que puedes hacer para prevenir que te marquen como spam es dejar bien visible el enlace para darse de baja, así tus suscriptores evitarán (esperamos) recurrir a esta práctica.

6. Ten cuidado con las palabras engañosas

En el mundo de los emails hay ciertas palabras que es mejor evitar si no quieres ser confundido por un spammer.

En realidad, son palabras normales y corrientes, como “factura”, “urgente”, “lotería”, pero que con frecuencia se usan de forma engañosa, para animar a los usuarios a abrir unos emails que luego no cumplen con lo que prometen. Por ello, suelen ser marcados como spam o reciben muy poca interacción por parte de los contactos, lo que acaba condenándolos a la carpeta de Correo No Deseado.

Sea como sea, recuerda que el hecho de ser marcado como spam no solo significa que para ese usuario ya no existes (que ya de por si no es nada bonito), sino que puede tener consecuencias bastante graves si es un patrón que se repite a menudo

Este post es una versión actualizada del artículo «Spam: Qué es y cómo evitar caer el la bandeja de Correo No Deseado» escrito por Enisa Korance y publicado en el blog de Mailjet el 19 de abril de 2019.

autor

Beatriz Redondo Tejedor

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